Los cinco obstáculos principales a derribar si queremos gestionar bien nuestro tiempo son:
- Basar esta gestión en trucos sueltos bienintencionados.
- Organizarse solo con la agenda y el calendario de toda la vida, sin más.
- Usar una estructura de carpetas inadecuada.
- Dispersar el uso que se debe dar a las etiquetas.
- Anotar las entradas sin reglas de sintaxis.